Segunda opinión

El hecho de dedicarme desde hace muchos años a problemas complejos de personalidad y al tratamiento de los mismos, hace que en algunas ocasiones o bien otros profesionales, o bien los propios pacientes soliciten de mí una segunda opinión sobre el planteamiento terapéutico que han hecho de su malestar y el tratamiento que están siguiendo.

En este caso mi intervención se centrará exclusivamente en evaluar a la persona que consulta para obtener exclusivamente una segunda opinión sobre su problemática.

«Entendiendo desde el principio que no se pretende que yo me haga cargo del tratamiento de la persona.»

En caso de que tras la evaluación y mi segunda opinión, la persona decidiera continuar tratamiento conmigo (en caso de que esto fuese posible), solo se llevaría a cabo cuando haya finalizado su tratamiento con su anterior terapeuta o decidamos conjuntamente realizar un tratamiento de forma coordinada entre 2 terapeutas que utilizan abordajes que pueden coordinarse de forma sinérgica.

De no ser así, tratarse con dos terapeutas diferentes sin coordinación entre ambos, solo contribuye a complicar las cosas y a incrementar los gastos.